Cuando firmas un contrato de alquiler adquieres una serie de obligaciones que van desde pagar la renta a la de asumir los daños que se provoquen en la vivienda. Por lo tanto, si careces de un seguro de responsabilidad civil como inquilino, tendrás que responder con tu propio patrimonio.
La cobertura por Robo no es obligatoria, pero se convierte en muy necesaria. Supón que dejas la chaqueta en la silla de un restaurante, te sacan la llave sin enterarte y se llevan el coche. Con una póliza incorrecta, no cobrarás ni un euro.